Una vez más se han explicitado públicamente manifestaciones que pretenden denostar a la mujer por su sola condición de tal, en este caso de parte de una persona que ostenta un alto cargo en el Poder Judicial, el vocal decano de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán, René Mario Goane. "Van a decir que soy un fóbico de las mujeres, pero desde que se intensificó el ingreso de personal femenino (a las dependencias judiciales) se trabaja menos tiempo, mal que le pese a la doctora Carmen Argibay (vocal de la Corte de la Nación), que creó una oficina de género que discrimina a los varones".
La Ley 26.485 sobre Violencia de Género, en concordancia con los Tratados Internacionales en esa materia, en particular, la Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, establece la eliminación de la discriminación entre mujeres y varones en todos los órdenes de la vida, el derecho de las mujeres a vivir una vida sin violencia y la remoción de patrones socioculturales que promueven y sostienen la desigualdad de género y las relaciones de poder sobre las mujeres, con lo cual, la conducta de este magistrado se constituye en una de las acciones previstas por el artículo 4º de la ley.
La violencia contra las mujeres es toda conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal. Estamos hablando de las conductas perpetradas desde el Estado o por sus agentes.
Las instituciones se integran con las personas que las conforman, y los jueces son parte de una sociedad como la nuestra en la que, si por un lado suele no visibilizarse la necesidad de transformar antiguas prácticas de disciplinamiento hacia las mujeres, por otra parte vastos sectores asistimos a una profunda transformación social y cultural con la que estamos comprometidos, lo cual exige rebatir de manera sistemática el discurso violento de género y toda otra forma de discriminación hacia cualquier miembro de la comunidad.
Celebramos la exigencia de retractación que realizase el INADI contra el magistrado, y que mediante la denuncia se le haya solicitado al Presidente de la Corte Suprema de la Provincia de Tucumán que instruya medidas de sensibilización y capacitación en materia de género para funcionarios como el juez Goane, que puso de manifiesto una cultura machista y paternalista que definitivamente debe ser superada por nuestra sociedad, para el efectivo goce de los derechos de todas y todos.
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