miércoles, 16 de febrero de 2011

El avance de la Justicia




La puerta hacia la justicia se abrió cuando a fines de diciembre pasado el senado, con el apoyo de distintos partidos políticos, otorgó el acuerdo que ordena la Constitución Nacional, aprobando los pliegos de 9 camaristas, luego de varios años de crisis que afectó a la Cámara de Apelaciones del Trabajo de la Nación por contar sólo con diecisiete jueces de los treinta que deben integrarla.


La mayoría son Jueces de primera instancia, profesores universitarios con una muy destacable trayectoria judicial y con brillantes antecedentes para haber sido seleccionados como Camaristas. Algunos con veinte años en el cargo y con más de 26 años de docencia universitaria, como el caso de la Dra. Graciela Lucía Craig. Los seleccionados fueron entrevistados en audiencia pública convocada por la Comisión de Acuerdos del Senado a principios de noviembre del año pasado, sin que surgieran dudas acerca de su idoneidad, trayectoria o desempeño en su cargo.


Sin embargo, ante tan anhelada noticia por parte de los trabajadores que esperan la resolución de sus conflictos luego de varios años de retardo, la reacción del establishment no escatimó comentarios descalificantes hacia varios de los doce jueces seleccionados, ya sea por su vínculo familiar o su supuesta ideología, expresando sin fundamento alguno críticas sin sentido sostenida solamente en prejuicios. Prueba de ello es que durante las audiencias públicas la UIA no realizó objeción alguna para con los seleccionados, tal vez porque no tenía argumentos verdaderos para tal fin, y ahora como estrategia pretenden afectar la honorabilidad de los jueces buscando condicionarlos o que pierdan su independencia.


En efecto, surgen varias preguntas ¿Dónde se encontraban estos personajes en la década del 90 cuando fueron nombrados jueces que sólo contaban con una trayectoria de tan sólo nueve meses de desempeño en primera instancia? La respuesta es obvia. ¿Por qué no se pronunciaron cuando el ex ministro Cavallo nombró “la servilleta”, aludiendo de esta forma a los jueces que el menemismo contaba como aliados? Será porque eran parte de “la familia judicial” que defendía sus intereses.


¿Por qué la justicia verdaderamente independiente –del poder económico- asusta tanto al establishment? Será porque pretenden impunidad para seguir contratando trabajo esclavo, o tal vez impedir el cumplimiento de los derechos constitucionales, como ocurre con el grupo Clarín que impunemente echó delegados, impide la realización de asambleas e ignora las decisiones judiciales.


Por lo tanto, esta inaceptable e injustificada postura del denominado Grupo de los Seis para con algunos de los camaristas seleccionados implica una interesada e inadmisible injerencia en el procedimiento de designación de los jueces que debe ser reprochada por todos los abogados que defendemos las instituciones democráticas.


Finalmente, vale decir que más allá de las infundadas e inoportunas críticas, lo que tiene verdaderamente trascendencia institucional es que la honorabilidad de los jueces nombrados por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner garantizará la verdadera seguridad jurídica: la de los trabajadores. Es la mejor forma de avanzar, tal como lo viene haciendo el Gobierno Nacional, hacia la consagración de un valor supremo del mundo jurídico – político, tal cual lo manda el Preámbulo de la Constitución Nacional que establece como uno de sus objetivos el de “AFIANZAR LA JUSTICIA”.


Por César Hernán Costa, abogado de trabajadores y miembro de AJuS

Publicado en el Ni a Palos, el domingo 6 de febrero de 2011.

2 comentarios:

  1. Ahí van los nombres de los camaristas recientemente nombrados: Diana Cañal, en la Sala III; Luis Raffaghelli, en la Sala VI; Silvia Pinto Varela, en la Sala IV; Graciela Marino, en la Sala IV; En rique Arias Gibert, en la Sala VF; Graciela Craig, en la Sala VI; Beatriz Fontana, en la Sala VII; Roberto Pompa, en la Sala IX y Enrique Brandolino en la Sala X.

    ResponderEliminar