martes, 19 de julio de 2011

Florecieron mil corbatas


* Por Mariano Abrevaya Dios, integrante de AJUS.

Los Abogados por la Justicia Social (AJUS) homenajeamos a todos y cada uno de los colegas laboralistas comprometidos con las causas de su pueblo que fuesen secuestrados y asesinados por el Estado Argentino genocida durante la “Noche de las Corbatas”, una cobarde ola de secuestros perpetrados en la ciudad de Mar del Plata durante los días 6, 7 y 8 de julio de 1977.

Se llamaban Norberto Centeno (*), Salvador Manuel Arestín, Raúl Hugo Alaiz, Camilo Ricci, Carlos A. Bozzi y Tomás J. Fresneda, y junto a ellos las patotas se llevaron con vida a otras cinco personas, una de ellas, embarazada de 4 meses. Sólo los doctores Camilo Ricci y Carlos A. Bozzi sobrevivieron. Mucho tiempo después se enterarían que su lugar de cautiverio había sido en las instalaciones de un viejo radar, en la Base Aérea de la ciudad de Mar del Plata.

La persecución y eliminación de compañeros abogados no empezó el 24 de marzo de 1976, y el más claro ejemplo es, entre otros, el asesinato del investigador, académico y militante popular Rodolfo Ortega Peña, en julio de 1974, célebre, por ejemplo, por haber participado de la elaboración de la Ley de Sociedades durante su mandato como diputado, o por haberse puesto al frente de la defensa de los compañeros y compañeras que habían intentando la fuga del penal de Rawson y que luego serían fusilados por la Marina en una ejecución masiva sufrida por las organizaciones populares de la época: la Masacre de Trelew . El plan sistemático de desaparición de personas instaurado por las fuerzas armadas casi dos años después, se llevaría la vida de casi un centenar y medio de abogados y abogadas que ejercían su profesión con compromiso militante, levantando las banderas de la justicia social, la soberanía política y la independencia económica. El terrorismo de Estado, para lograr el control social que dejase indefenso al pueblo, entre otros sectores organizados, atacó con dureza a aquellos que ejercían la profesión comprometida del derecho, blanco predilecto de quienes atentan contra los derechos de los trabajadores y las instituciones de la democracia.

Años después de la noche negra de la dictadura cívico-militar y la entrega de los años 90, de la mano de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, y los distintos espacios de resistencia que fue tejiendo nuestro pueblo, llegamos al 25 de mayo de 2003, fecha clave en la historia contemporánea de nuestra patria, cuando se abre, entre tantas medidas revolucionarias, la posibilidad de juzgar a los responsables de los delitos de lesa humanidad cometidos en la Argentina.

Así es que hoy, con cientos condenados a cadenas perpetuas en cárceles comunes, celebramos la apertura de un nuevo juicio oral, hace poco más de un mes, en Mar del Plata, por 85 casos de secuestros y desapariciones ocurridas en esa ciudad, donde se está juzgando, entre otros casos, las aberraciones comedidas durante “La Noche de las Corbatas”. Los acusados son 17 militares y policías que actuaron en 4 centros clandestinos de detención de la zona balnearia. El juicio está a cargo del Tribunal Oral Federal de Mar del Plata y por la sala de audiencia pasarán más de 300 testigos. Es el segundo juicio que se realiza por hechos sucedidos dentro del centro clandestino de detención que funcionó en la Base Aérea de Mar del Plata, La Cueva, y también en la Comisaría 4ta. de la ciudad. Entre los 17 procesados hay ex integrantes del Ejército, Fuerza Aérea y policía bonaerense.

Homenajeamos, entonces, a aquellos abogados que antes, durante y después de la dictadura, con las herramientas que ofrece la profesión optaron por la defensa irrestricta de los derechos humanos y sociales. A contramano de la mayoría de ellos, a nosotros nos toca defender las políticas emancipadoras de un gobierno nacional y popular elegido por el pueblo. En eso estamos, convencidos, como decía Arturo Jauretche, de que el arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los pueblos, y que los pueblos deprimidos, en definitiva, no tienen chances de vencer. Por eso hacemos política con alegría, ya que “nada grande se puede hacer con la tristeza”.

(*) Abogado recibido en la Universidad Nacional de la Plata, fue encarcelado después del golpe militar de 1955 que derrocó a Juan Domingo Perón, por su militancia peronista. Reconocido abogado laborista y especialista en Derecho del Trabajo, escribió dos libros y una frondosa cantidad de textos sobre la materia en revistas especializadas. Fue el autor de la "Ley de Contrato de Trabajo" y también de la "Ley de Asociaciones Profesionales", suspendidas por la dictadura genocida del 76. Se desempeñó como abogado de la Federación Sindicato Unido Petroleros del Estado (SUPE), Unión de Trabajadores Gastronómicos (UTGRA), Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Sindicato Único de Trabajadores Edificios de Renta y Propiedad Horizontal de Mar del Plata, Unión Argentina de Artistas de Variedades (UADAV), Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación, Sindicato de Luz y Fuerza de Mar del Plata, Sindicato Camioneros y Obreros del Transporte, y también fue asesor legal de la Confederación General del Trabajo (C.G.T.) regional Mar del Plata y Capital Federal.

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